Investigación en la integración de dispositivos legacy para mejora de la eficiencia energética de edificios.
Los televisores y altavoces inteligentes, o los asistentes virtuales han dejado de estar fuera de la norma en lo que respecta a equipos de un edificio. PHOENIX, un proyecto financiado por la Comisión Europea, liderado por la Universidad de Murcia y con un presupuesto de más de 5 millones de Euros, va a investigar sobre los cambios que están haciendo a los edificios inteligentes. El proyecto estudiará las diferentes formas en las que se puede acelerar la transición de no-inteligente o casi-inteligente a totalmente inteligente e integrado, pero asegurándose de que esa transformación se hace hacia edificios que crean un ambiente saludable y seguro para las personas.
El proyecto introduce el concepto de Adapt&Play. Este concepto se ha concebido como la posibilidad de adaptar los aparatos que existen en los edificios para hacerlos “conectables” a internet, y que así formen parte del entorno del Internet de las Cosas (IoT) que comunican a una plataforma integral de control y actuación (esto es el “Adapt”). Esto permite entonces que se pueda controlar su uso para reducir la energía y optimizar su operación (esto es el “Play”).
Con más dispositivos conectados a internet, el edificio gana en inteligencia, pero esto podría llevar a hacerlo más vulnerable a ciberataques. Dentro del equipo de trabajo de PHOENIX hay expertos internacionales en cyber-seguridad que asegurarán que las modificaciones que se hagan al edificio contribuirán siempre a una mayor cyber-seguridad, y no lo contrario, lo que pasaría si esta “smartización” se hiciera de manera no controlada.
PHOENIX tiene una visión global sobre el nuevo paradigma en el que smart-homes (viviendas inteligentes) serán la norma en un futuro cercano. Una entidad inteligente (lo que serán los edificios según este enfoque) puede establecer un dialogo con sus semejantes. Para esto, parte del proyecto, se dedicará a estudiar como los edificios pueden comunicarse con los proveedores de energía y con los ocupantes. La comunicación entregará recomendaciones en una y otra dirección para que los ocupantes tengan espacios interiores llevados a los máximos estándares y por otra parte los proveedores de energía puedan crear una infraestructura más optimizada.
El proyecto ha sido definido como puramente centrado en las personas, y además está perfectamente alineado con el Smart Readiness Indicator, un indicador de inteligencia en edificios diseñado dentro de la normativa de la Unión Europea y que pronto será integrado por los países miembros. Ser “Smart Ready” significa que los edificios puedan integrar servicios para vivir mejor en los edificios. Varios pilotos en cinco países diferentes de Europa probarán las tecnologías del proyecto. Todos ellos involucrarán ocupantes, usuarios y encargados técnicos, para asegurar que los desarrollos que se hagan vayan dirigidos a hacer los edificios espacios mejores para los humanos, y mejores negociadores con el sistema energético, para hacer así en conjunto una comunidad, sana, segura y eficiente energéticamente.
El proyecto PHOENIX está financiado por la Unión Europea bajo el acuerdo número: 893079.